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3/05/2010

Edmundo de Alba y la Cop-16

El día de ayer, jueves 4 de marzo de 2010 fui a una conferencia en la Facultad de Ingeniería de la UNAM impartida por Edmundo de Alba.

La charla fue entretenida y crítica -siempre y cuando no se mencionara México- pero tuvo algunos detalles con los que no coincido con él, los cuales expongo a continuación:

1. Un país un veto.
Puedo entender su aversión como negociador internacional, sin embargo el hecho que cada país pueda tener un veto se da para evitar que unos pocos vuelvan a imponerse. Es cierto que puede empantanar unas negociación, sin embrago, creo más bien que la imposición histórica de los países del Norte tiene mucha más importancia en que los países del Sur se opongan. Además, los países del Norte que están tan preocupados por el medio ambiente deberían predicar primero con el ejemplo antes de culpar a los demás. Si lo vemos del punto de vista de emisiones per capita vemos que ni China ni la India o Brasil están en los primeros lugares.

2. Poner en duda la responsabilidad histórica así como no ver que las emisiones se miden per capita.
Un punto fundamental que empantana las negociación medioambientales es que los países del Norte no han aceptado hasta el día de hoy su responsabilidad histórica en el cambio climático. La cuestión esencial no es justificar sus emisiones ni argumentar que mediante JI y CDM tratan de ayudar a los países del Sur sino de aceptar su responsabilidad (mea culpa) y entren a las mesas de negociación con la cabeza agachada y no con la arrogancia actual. Otro error que cometió es siempre argumentar en términos absolutos, como si se pudiera comparar un país de 10 millones de habitantes con China o India. La única medida en la que se encontrará un compromiso es en las emisiones per capita y se puede discutir si se debe restar del país las emisiones por aportaciones y sumar las emisiones por importaciones. Esto es relevante porque gran parte de la reducción de emisiones que han logrado los países del Norte se debe a que han transferido sus industrias contaminantes a países del Sur. Así el armar un automóvil en China por la misma empresa utiliza 10 veces más energía que en Japón.

3. El defender incondicionalmente la posición europea.
Este punto se volvió casi trágico, parecía un portavoz de la Unión Europea. Si analizamos a detalle las posiciones de los distintos países veremos que fue culpa de los europeos el no lograr un mayor compromiso ya que fueron ellos los que desechaban cualquier propuesta de otro país, como si su camino fuese el único a seguir. Regresando al ejemplo anterior de China, la propuesta de aquel país fue intensificar el uso energético, es decir, mejorar la infraestructura de tal forma que cada vez se consumiera menos energía para producir un bien. Al mismo tiempo ellos ya son líderes mundiales en el uso de energías alternativas, desde calentadores solares hasta energía eólica no hay país que tenga mayor cantidad instalada ni que tenga la tasa de crecimiento de MW instalándose.

4. El culpar a los países en vías de desarrollo de no comprometerse
Este unto es muy parecido al de arriba. Por ejemplo culpó a Indonesia por sus tasa de deforestación. Olvida que no es el país que deforesta sino empresas transaccionales que buscan principalmente la explotación de maderas preciosas así como la producción de aceite de palma, el cual venden en países como Alemania justificando las reducción de emisiones en la gasolina. Lo mismo sucede con Brasil y por supuesto olvidó a México, un país líder en deforestación. Otro país muy acatado fue China, dejando de lado que son los chinos los únicos que han logrado sacar a la mitad de la población del mundo de la pobreza y que son los indiscutibles líderes en el uso de energías alternativas o verdes, además que es el país que más hectáreas ha reforestando. Otro bloque fue fue duramente atacado fue el ALBA. Parece ser que no esta muy convencido de las palabras del presidente Evo Morales que tenemos que volver a vivir en armonía con la naturaleza y del presidente Chávez que el sistema capitalista actual es el único responsable y que tenemos que buscar una alternativa. En si su discurso anti-Alba parece haber sido más bien un discurso de relaciones exteriores que de un científico, ya que sus críticas a estas declaraciones contradice todo lo que dijo antes.

5. No ser crítico con las propuestas mexicanas
Las propuestas mexicanas si bien suenan interesantes la verdad no hay nada importante que defender. Se defiende cuando se tienen hecho concretos que se pueden usar como ejemplo para el resto del mundo. El programa Pro-árbol es un fiasco total, muy a diferencia del programa chino de reforestación. También el argumento que México se compromete a reducir un 8% de sus emisiones hay que ponerlo en duda. En primer lugar el Banco Mundial sacó un informe el año pasado en el cual expone como el país podría sin problemas reducir un 42% de sus emisiones. En segundo lugar la reducción de emisiones se debe en buena parte por la reducción de deforestación. El problema es que se debe tener datos. El único dato oficial d deforestación es una estimación de mitades del sexenio de Fox por lo que el gobierno federal podrá decir lo que quiera. El siguiente problema ha sido las políticas oficiales muestran exactamente lo contrario. De esta forma un ahorro de energía muy significativo fue introducido en el sexenio de Salinas con el famosos "Bajar el switch" a las 18:30 horas en las secretarías, algo que fue eliminado en este sexenio. También el afán de construir resorts turísticos o de rellenar con arena las playas de Cancún son otros ejemplos. Y por último el famosos Plan Especial de Cambio Climático si bien ha sido retrabajado tiene una principal inconveniencia: es intersecretarial, lo que es un sinónimo a cuando la Cámara de Diputados crea una Comisión Especial para no lograr nada. El PECC sólo puede funcionar si hay una cabeza que impone y sanciona, digamos el INE. Puedo entender que como parte de la delegaciones mexicana quiere poner en buena luz al gobierno, sin embargo, a mi parecer es mejor ser crítico y proponer mejoras.

6. Defender la energía nuclear.
No fue parte de su discurso sino de una pregunta. Pero de todas formas su respuesta fue ambigua y errónea. La energía nuclear no es competitiva en precios si se considera la construcción, mantenimiento, seguros de accidentes y el depósito final. Eso lo dice incluso el gobierno británico. También esta mal argumentar que es carbono neutral, una planta nuclear emite al rededor del 70% de las emisiones de una planta de carbono tradicional si se compara la toda la vida útil.

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